Marcelo Guerra, el nuevo monarca del TSC, en charla con LA CAPITAL con el balance de un gran año personal.
por Marcelo Solari
Se puede decir que empezó “tarde” en el deporte motor. Porque Marcelo Guerra debutó en la categoría Master del Karting Zonal, a los 20 años, en 1995.
Pero llegó a “codearse” con varios de los mejores pilotos nacionales cuando en 2004 disputó la temporada completa de Top Race y le fue realmente bien, a tal punto que fue uno de los protagonistas del campeonato.
Sin embargo, por diversos motivos, en 2005 dejó la actividad. Luego de más de diez años de ausencia, regresó de a poco en 2015, y lo hizo con todo este año, para consagrarse campeón del Turismo Special de la Costa con una cupé Chevy del equipo BC Competición. El piloto marplatense, no obstante, no tiene clara su continuidad en la categoría para el año próximo. Sobre éste y otros temas dialogó en extenso con LA CAPITAL, a pocas horas de concluir su gran año deportivo:
-¿Qué fue lo que te decidió volver a correr después de más de 10 años de ausencia de las pistas?
-Fue de casualidad. Fui a visitar a un amigo a Balcarce, y de una charla de la nada, terminamos yendo a probar el auto. Decidí correr las últimas cuatro fechas de 2015 del TSC en Mar del Plata, gané la última y decidí hacer el año completo en 2016. Y gané el campeonato con equipo BC de Balcarce, que integran Omar Baudo, Martín Bodega, Gastón Baudo y Pablo Palestini como chasista.
-¿Por qué ese paréntesis tan prolongado? ¿Falta de motivación?
-No. En 2004 había comprado un TRV6 para arrancar en 2005. Pero por un tema económico tuve que relegar todo, vender el auto, y dejar esos proyectos.
-Hoy en día el tema económico está cada vez más emparentado con la posibilidad o no de correr…
-Hoy en día, sin presupuesto es imposible. Me gustaría volver a una categoría nacional, pero por tiempo y por condiciones enconómicas no lo veo viable. Ni siquiera lo considero.
-¿Entonces la idea es hacer otra vez toda la temporada completa del TSC?
-No lo sé. Depende del presupuesto y de otras cuestiones. Volví a correr porque surgió algo en esa reunión. Y por reconocimiento a Omar Baudo, quien fue mi preparador de los tres campeonatos del TC 2000 del Atlántico, tomé ese compromiso de poder darle otro título. Es una persona a la que quiero como si fuese de mi familia. A él, a su hijo Gastón, a su esposa, a todos. Fue un desafío para mí, después de haberme ido múltiple campeón en el Zonal, volver y poder ganar otra vez. No me hubiese permitido no ganar este campeonato.
-¿Después de tantos años sin correr, no te costó la readapatación a la competencia?
-Durante los primeros cinco o seis años no quería saber nada con ver una carrera. Pero cuando volví a manejar un auto de competición no me costó en absoluto. En 2015, cuando hice la prueba, creí que iba a ser raro y la verdad que no, fue como si hubiera pasado sólo una semana desde que había dejado de correr.
-Comparado con aquella primera época tuya, ¿el nivel competitivo ha decaido mucho?
-Es una pena cómo está el Zonal. La situación económica a nivel país indudablemente influye. Cada vez cuesta más caro correr en autos y tanto en mi caso como en el de la mayoría, hay otras prioridades. Es una lástima, pero es la realidad que nos toca vivir.
-En el ámbito Zonal es como un gusto personal, porque nadie es profesional por correr y tiene que compatibilizar otras actividades…
-Hay algunos chicos que tienen mucho futuro, que manejan muy bien, y también hay gente que lo hace por pasión. Este año yo me propuse hacerlo como una diversión y la verdad, no pude lograrlo. Tuve siempre latente el desafío personal de ganar y no estuve relajado como para disfrutarlo. De nueve fechas, gané dos carreras, tres series y dos “poles”.
-¿Además, ahora es cada vez menos “zonal”?
-Este año el calendario tuvo ocho fechas en Mar del Plata y una en Dolores. El año pasado llegué a correr en Mar de Ajó. Es una pena. Me acuerdo que en la época anterior se corría en todos esos lugares y también en Balcarce, Olavarría, Miramar. Era un Zonal de verdad. Pero es lo que tenemos, lo que se puede hacer. Cada vez que se sale a correa a otro lado, el parque automotor se cae. Y no estoy tan seguro de que sea tanto más caro una carrera con un viaje de por medio. Hay más gastos de combustible y alojamiento, pero se puede compensar llevando menos gente del equipo para trabajar. No sé por qué, pero hay una diferencia que se nota en la menor cantidad de autos cuando se corre afuera de Mar del Plata.
-¿Cómo ves el autódromo local?
-Es una pena, pero viéndolo desde el lado empresarial, los dueños no tienen mucho para hacer. Con el reducido parque automotor, apenas se salvan los gastos. Entonces, es totalmente lógica la situación que se da. Sabemos que hacen un gran esfuerzo. El autódromo está mejor presentado, se han hecho cosas, pero está a años luz de lo que puede ser un autódromo a nivel nacional, que tenga actividad continuada.
-¡Qué lejos quedó aquel proyecto de ampliar el autódromo!
-Hoy es imposible. La ciudad se fue agrandando y el autódromo prácticamente está dentro de la ciudad. Es una pena que no haya un apoyo del gobierno provincial o nacional para mejorar el circuito, las instalaciones, el acceso. Se necesita un apoyo a nivel gobierno, no empresarial, porque sino es imposible. Demasiado con lo que tenemos. Y hay que cuidarlo.
-¿Ayudaría mucho que Mar del Plata volviera a tener categorías nacionales?
-Sería espectacular que la ciudad pudiera volver a tener Turismo Nacional, TC 2000, Top Race. Hoy en día se enceista un autódromo más grande o bien hacer un callejero. Hay lugares de Mar del Plata que son increíbles.
-Hubo muchos proyectos para eso…
-Sí, pero siempre los proyectos se basaron en el grupo que esaba por detrás para hacer su negocio. No en darle a la ciudad un evento de nivel nacional. Y lamentablemente, hasta ahora no se pudo.
-¿Nunca pensaste en volver al karting, como han hecho otros pilotos?
-El karting es espectacular. Y como categoría escuela, es única. Pero no pensé en volver. Después de haber corrido en categorías nacionales, me muero por sentarme en un auto de esas características, aunque es imposible. Para mí es un tema terminado. Viví algunas cosas espectaculares, como darme el lujo de ponerle a punto el auto a Juan Manuel “Pato” Silva. O ganarme la consideración por ganar en “El Zonda” de San Juan. Es como que los pilotos que ganan ahí suben un escalón.
-¿Te planteás objetivos deportivos para 2017?
-Hoy, sinceramente no lo sé. Tengo muchas presiones, muchos compromisos a nivel personal y quizás otras prioridades que antes no tenía. Aparte, fue muy bueno haber vuelto y lograr el campeonato. Como abrir y cerrar una etapa de la mejor manera. Me reconforta más esto. Quizás no estaría tan enfocado como lo estuve este año. Y, como me conozco, después me lamentaría no poder pelear eventualmente un campeonato. Fue una gran satisfacción, importantísimo para mí, haber podido darle al BC Competición su primer campeonato en diez años. Y a Omar Baudo, su 19° campeonato a una semana de haber cumplido 80 años.
-Pero si reunís el presupuesto, ¿las ganas y el auto están?
-Sí, el auto está e incluso se proyectan reformas importantes para actualizarlo. Me gustaría encontrar el apoyo de una empresa de Mar del Plata, bien representativa para poder lucir el número uno y, a su vez, darle otro enfoque. Pero por ahora no tuve eco.